Perdone

Perdonar

No sea rencoroso. Perdone las faltas de los demás y verá como en última instancia ello le beneficiará mucho a usted mismo. Si guarda resentimientos el mayor perjudicado será usted mismo ya que es como ingerir uno el veneno y esperar que el otro sea el que se muera. Incluso, aunque no tenga explicación aparente, con el solo hecho de pronunciar de modo reiterativo la palabra perdón se logra un gran alivio emocional.

El hecho de perdonar implica no sólo un bienestar para nuestra mente sino también para nuestro cuerpo. Cada vez que recordamos el desagradable episodio que no nos permite perdonar le suministramos a nuestro torrente sanguíneo una verdadera inyección de hormonas del estrés. No permita que alguien tenga el control de sus pensamientos haciéndolo sufrir después de haber ocurrido el perturbador incidente.

Para perdonar, uno no tiene necesariamente que restablecer una comunicación directa ni indirecta con la persona que cometió el agravio (halla o no cambiado su actitud ofensiva) incluso no tiene la obligación de aceptar lo sucedido. Lo importante es no vivir atrapado en las redes del rencor. El escritor brasileño Paulo Coelho recomienda: “Perdona a tu enemigo, pero no lo confundas con un amigo”. De lo que realmente se trata es de que usted logre liberarse del gran peso traumático que representan las emociones negativas como:

Si usted logra perdonar sinceramente dejará de ser un esclavo de sus nocivos sentimientos. El problema del perdón a todos los niveles reviste tal magnitud que se ha convertido en el centro de investigación de diversas instituciones a nivel mundial; entre ellas se destaca en el estado de California en Estados Unidos la Universidad de Stanford con su llamado “Proyecto Perdón”. Los científicos que encabezan este estudio han llegado a la conclusión de que: es imprescindible perdonar de manera consciente y compasiva para poder reducir los estragos que tienen lugar en la salud mental de las personas que padecen de estrés crónico. Gandhi dijo: “Dios, enséñame que perdonar es un signo de grandeza…

Como perdonar es también una opción que podemos elegir, en lugar de odiar escoja siempre perdonar. En Mateo 6:14-15 dice la Biblia: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro padre os perdonará vuestras ofensas”. Y en Lucas 6:37 se plantea: “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados”. Un proverbio chino dice: “Ama a quien no lo merece porque es quien más lo necesita”. En fin, la recomendación que se impone es: perdónele todo a todos.