La Aromaterapia se basa en la curación mediante la inhalación de aromas que estimulan olfativamente al cerebro. Si no puede asistir a un centro especializado, coloque a su alrededor velas perfumadas, quemadores y/o inciensos con olores relajantes. Se recomienda no utilizar inciensos de mala calidad porque producen un efecto contrario a la relajación. Las mujeres embarazadas deberán consultar con sus médicos la posibilidad de utilizar esta terapia.
UTILICE LOS AROMAS DE LOS SIGUIENTES ACEITES ESENCIALES (SOLOS O COMBINADOS):
- Ajo
- Albahaca
- Alcanfor de Borneo
- Bergamota
- Canela
- Cebolla
- Clavo de especia
- Ciprés
- Eucalipto
- Geranio
- Hisopo
- Jengibre
- Lavanda
- Limón
- Orégano
- Manzanilla
- Menta
- Mejorana
- Nuez moscada
- Pino
- Romero
- Rosa
- Tomillo.
También se recomienda oler el aroma del Café. La utilización de las distintas fragancias es importante debido a que cada una posee beneficios particulares, vale decir, unas relajan, otras equilibran y otras estimulan. Los resultados pueden que no sean inmediatos, pero a mediano y sobre todo a largo plazo se sorprenderá al notar como esta terapia le ayuda a calmar su estrés. Perfume el agua y/o el recipiente donde sumerge todo o parte de su cuerpo con más o menos 15 gotas de aceites esenciales altamente concentrados y destilados. Estas volátiles sustancias aromáticas contienen en sí la vitalidad y la energía de las plantas; sus moléculas odoríferas al llegar a nuestros receptores olfatorios ejercen una acción relajante y armonizadora en el sistema límbico (centro emocional del cerebro). Si no puede adquirir estas fragancias en el mercado, simplemente ponga en el agua de su bañera pétalos de las rosas de su jardín. El famoso médico de la antigüedad y precursor de la Hidroterapia, Hipócrates (460-370 a.n.e.) decía: “El camino hacia la salud es un baño aromático y un masaje con aceite todos los días”.