Relájese. Técnicas de relajación

relajese

 

No podemos vivir con demasiadas tensiones. Es muy importante relajarse / aflojarse. Para lograrlo sugerimos la “relajación progresiva ascendente” que consiste en cerrar los ojos, respirar profundamente y recorrer lentamente con el pensamiento todo su cuerpo desde los pies hasta la cabeza. En dicho recorrido debe ir relajando mentalmente cada uno de sus músculos haciendo énfasis en los que estén más tensos; tenga una especie de conversación sanadora con cada uno de ellos; háblele como si fueran sus mejores amigos. Hágalo al menos una vez al día, preferiblemente en un lugar tranquilo y siempre que hayan transcurrido al menos dos horas de la última comida para no afectar el proceso digestivo.

Luego de haber relajado completamente su cuerpo, comience a relajar su mente sus emociones, sus sentimientos y su existencia toda. De este modo usted entrará en un verdadero paraíso terrenal. Ensaye su relajación con y sin música relajante de fondo para que decida con cuál opción se siente mejor o si lo prefiere alterne ambas variantes.

Anthony de Mello propone los siguientes ejercicios de relajación:

  • Cierre los ojos y haga contacto con su cuerpo. Preste atención al roce de la ropa con la espalda, con los hombros. Sienta las manos que se apoyan en algo o que tocan otra cosa. Sienta los glúteos que presionan la cadera. Los pies que tocan los zapatos o el suelo. Otra vez: la espalda, los hombros, las manos, los glúteos, los pies… Otra vez, todo de nuevo durante dos o tres minutos. Ahora abra los ojos y relájese. Es un ejercicio de concentración que le proporcionará mucha paz, por el simple hecho de entrar en su interior, en usted mismo, de forma muy sencilla.
  • Cuando esté manejando su automóvil, sienta el volante en sus manos, sienta el asiento, sienta los pies en los zapatos, haga contacto con su cuerpo. Obviamente, no cierre sus ojos. Si se pone tenso al hacer estos ejercicios, tome conciencia de su tensión. ¿Cuál es la parte de su cuerpo que siente más tensa? Concéntrese en ella el mayor tiempo posible y usted se relajará.

Aprenda a descolgar sus hombros (porque involuntariamente permanecen rígidos cuando se está estresado), rótelos suavemente al igual que el cuello, las manos y la cintura. Haga que sus músculos se aflojen, se suelten y entre en un estado de paz total. Relájese en cuanto se sienta estresado porque mientras más tiempo transcurra en dicho estado más difícil será recuperarse. Otra forma sencilla pero eficaz de relajarnos es contraer, durante varios segundos, cada uno de nuestros músculos y luego aflojarlos.

LA RELAJACION PROFUNDA ES SUMAMENTE BENEFICIOSA PORQUE:

  • alivia la tensión muscular
  • aumenta la inmunidad
  • baja la presión arterial
  • brinda armonía
  • desaparece el miedo
  • desaparece la prisa
  • desaparecen las dudas
  • descansamos la mente
  • estabiliza el sistema nervioso
  • favorece la auto-aceptación
  • neutraliza y revierte los efectos del estrés
  • nos calmamos
  • nos equilibra
  • nos hace felices
  • podemos auto-percibirnos mejor
  • respiramos tranquila y saludablemente
  • se entra en un estado de éxtasis total
  • se experimenta una sensación de júbilo.

Los psicoterapeutas dividimos los ejercicios de relajación en dos etapas, la primera es activa y la segunda es pasiva. En la fase inicial, el paciente ejecuta la relajación según se la vamos sugiriendo y en la siguiente fase debe comportarse como un simple espectador de su propia relajación.

No utilice ropa ni zapatos que le queden muy ajustados o incómodos. Permanezca siempre en una postura confortable. No lo deje para después, ahora mismo que tiene entre sus manos este libro haga una pausa en la lectura, mírese frente al espejo y compruebe cómo al menos logra aflojar la expresión de su rostro, sonría y luego siga leyendo.