Sabemos que el sólo hecho de plantearnos la necesidad de emplear este recurso resulta un tanto tedioso y más aún su realización, pero, se trata de algo ineludible; porque hacer ejercicios físicos periódicamente no sólo es muy bueno para la salud del cuerpo sino también para la salud mental. Los seres humanos no estamos diseñados para vivir sedentariamente.
LOS EJERCICIOS PERMITEN:
- bajar de peso
- desconectarnos de los problemas
- despejar las preocupaciones
- liberar la energía acumulada
- mantenernos saludables
- movernos con soltura
- ponernos de buen humor
- relajarnos
- sentirnos bien.
Los ejercicios aeróbicos y los no competitivos disminuyen la ansiedad y la producción de las hormonas del estrés por una parte y por otra incrementan la elaboración de las endorfinas (neurotransmisores auto-producidos que contrarrestan no solamente las tensiones sino que mitigan los dolores y proporcionan una agradable sensación de bienestar).
Cuando vemos modificaciones positivas en nuestro cuerpo nos aumenta la autoestima y esto minimiza considerablemente el estrés. Si puede, consulte a un entrenador y/o visite el gimnasio más cercano a su domicilio o su centro de trabajo. Y en caso contrario, no deje nunca de hacer ejercicios según sus posibilidades (baile, corra, monte bicicleta, nade, patine, reme, etc.). Hágalos preferiblemente en horas tempranas de la mañana ya que las lesiones suelen ocurrir cuando estamos agotados, distraídos o bajo algún tipo de presión.
Créase o no, la actividad física sistemática no sólo ayuda a aliviar la tensión muscular, sino que también mejora el estado de ánimo, nos fortalece el cerebro y por lo tanto favorece la buena memoria. Recientes estudios médicos han demostrado que la falta de actividad física puede aumentar el riesgo de padecer de artritis, particularmente en las mujeres.
La Cardiología hace mucho tiempo que llegó a la conclusión de que quien está siempre activo vive más y mejor que el que permanece inactivo. Después de haber pasado por una situación estresante, nada es tan beneficioso como la práctica de algún ejercicio ya que ello contribuye a la eliminación del cortisol y la adrenalina del cuerpo y en general restablece su normal funcionamiento.
La mejor actividad física que alguien pueda realizar es sencillamente la que más placer le reporte. La mayoría de las personas desisten una vez que transcurre cierto tiempo después de haber comenzado a hacer ejercicios físicos simplemente porque le significan un sacrificio hacerlos. Así las cosas, determine cuál es la actividad física que más disfruta hacer y póngala en práctica; sólo así logrará estar siempre en la mejor forma posible.
Si usted no puede ejercitarse por espacio de 30 minutos seguidos, puede optar por seccionarlos a lo largo del día en 3 cortas jornadas de 10 minutos o en 2 de 15 minutos. Se recomienda hacer ejercicios junto a otras personas que lo comprometan a no abandonarlos y en particular hacerlos junto a su pareja porque ello hace que el cuerpo genere feromonas que favorecen el deseo sexual.
Hacer ejercicios es uno de los mejores medicamentos que existen y son muy fáciles de hacer. Incorpore, con la aprobación de su médico, esta maravillosa actividad a su estilo de vida. Mientras más saludable usted se encuentre más fácil le resultará soportar el estrés. No olvide nunca que los sabios griegos recomendaban tener “mente sana en un cuerpo sano”. Después de realizar sus ejercicios, espere que transcurran por lo menos dos horas para dormirse.