Ayudar ayuda

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Una forma expedita de desestresarse y elevar la autoestima es ayudar desinteresadamente a los demás. Por ello, sea siempre generoso con los más necesitados. No espere a tener mucho dinero para ser caritativo. No importa que sus bolsillos se queden vacíos, si su corazón está lleno de bondad. El antes citado filósofo norteamericano Ralph Waldo Emerson escribió: “Una de las mayores compensaciones de esta vida es que ningún hombre puede tratar sinceramente de ayudar a otro sin ayudarse a sí mismo”. Por su parte, la genial mujer (propuesta para el premio Nobel de la Paz) Irena Sendler (1910-2008) dijo: “Se plantan semillas de bondades. Traten de hacer un círculo de bondades, éstas los rodearán y los harán crecer más y más”. Y recordaba con orgullo las palabras de su padre el doctor Sendler: “Ayudar cada día a alguien tiene que ser una necesidad que salga del corazón”. Según un estudio publicado por la revista Internacional de Psiquiatría y Medicina, las personas que valoran más “el ser” gozan de mejor salud y por lo tanto viven más cantidad de años que aquellas que sólo valoran “el tener”. Madame de Maintenon (1635-1719) dijo: “Todas las mañanas debemos preguntarnos: ¿Qué podré hacer hoy por los otros?”.

Valore detenidamente el siguiente planteamiento del filósofo romano Lucio Anneo Séneca (4-65 n.e.): “La recompensa de una acción, está en haberla hecho”. El pensador francés Henri Bergson (1859-1941) escribió: “Siempre somos capaces de dar algo más; incluso en las piedras germinan flores”. De tal suerte, ayude en lo que pueda a su familia, amigos, vecinos y haga trabajo voluntario en su comunidad. Piense en alguna forma de mejorar su mundo. Decía el héroe nacional cubano José Martí (1853-1895) que: “Ayudar a los que necesitan no sólo es parte del deber, sino de la felicidad”. Recuerde que una vela no se apaga al darle luz a otra y que un hombre es bueno cuando hace mejores a otros. Según San Basilio (329-379): “El pan que no necesitas le pertenece al hambriento. Los vestidos que ya no usas le pertenecen al necesitado. El calzado que ya no empleas le pertenece al descalzo. El dinero que gastas en lo que no es necesario es un robo que le estás haciendo al que no tiene con que comprar lo que necesita”.

Defina cómo reciprocar todo lo que ha recibido. Visite hospitales y hogares de ancianos. Haciendo esto, mantendrá su mente ocupada y no preocupada; le reconfortará comprobar que usted no tiene realmente de que quejarse. Dejará de lamentarse por no tener zapatos cuando vea que otros no tienen piernas. El sabio francés Blaise Pascal (1623-1662) dijo: “La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno”. Por su parte, el escritor alemán Hermann Hesse (1877-1962) señaló: “Todo altruismo, toda compasión activa, toda donación de sí parecen ser un desperdicio, una privación, pero, al contrario, son enriquecimiento, crecimiento y el único camino que conduce hasta arriba y adelante”. El jesuita brasileño Dom Luciano Mendes de Almeida (1930-2006) escribió: “Vivir es convivir. Una vida aislada no sólo se cierra en sí, en su pequeñez, en su misterio, en su soledad, sino también deja de ser una vida útil para los otros. La vida se marchita, muere, se acaba temprano porque no sabe descubrir al otro”. En una plegaria a Dios, Mahatma Gandhi (1869-1948) le dijo: “Enséñame a querer a la gente como a mí mismo”. En Efesios 4:32recomienda la Biblia: “sed benignos unos con otros…

El eminente científico y político norteamericano Benjamin Franklin (1706-1790) apuntó: “Cuando eres bueno con los demás, eres mejor para ti mismo”. Porque es sumamente gratificante brindar ayuda, aunque sea poca y sin esperar nada a cambio. La madre Teresa de Calcuta (1910-1997) hizo la siguiente reflexión: “Halla el tiempo de practicar la caridad. Es la llave del paraíso… Lo que cuenta no es lo que das, sino el amor con el que lo das… Voy a pasar por esta vida una sola vez. Cualquier cosa buena que yo pueda hacer o alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano, debo hacerla ahora, porque no pasaré de nuevo por aquí”.

Dele al prójimo mucho más de lo que espere recibir y llénese de felicidad al hacerlo. La generosidad consiste en dar antes de que nos pidan. Según Jackson Brown: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. Si somos capaces de dar a manos llenas, con la gracia de Dios, siempre tendremos abundancia. El multimillonario y filántropo norteamericano Warren Buffett dijo: “Ayude aunque no pueda hacerlo; siempre habrá bendición para aquellos que saben compartir”. Según el filósofo alemán Gottfrief Leibniz (1646-1716) “Amar es regocijarse con la felicidad del otro y de ella hacer la propia felicidad”. Mientras que Lao-tsé (570-490 a.n.e.) apuntó: “Con buenas palabras se puede negociar; pero para engrandecerse se requieren buenas obras”. Recuerde que la Ley de Acción y Reacción no es sólo patrimonio de la Física.

LA SABIDURÍA POPULAR TIENE RAZÓN AL SEÑALAR:

  • “Es mejor dar que recibir”.
  • “Para recibir, primero tienes que dar”.
  • “Tendrás siempre el doble de aquello que des a otros”.