Aplazar la realización de algo que de todas formas tenemos que hacer es una tendencia en extremo negativa porque nos trae preocupaciones, disminuye la autoconfianza y la fuerza de voluntad, nos crea más problemas y quebranta nuestra disciplina. Postergar es una muy mala costumbre. Mientras más tareas tengamos acumuladas, más proclives al estrés seremos. Los asiáticos suelen decir: “El camino para conseguir la paz interior reside en finalizar las cosas que hemos empezado”. Trate de hacer de manera correcta y lo más rápido posible las tareas que indefectiblemente tenga que hacer. Bien dice el refrán que: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Recuerde que usted no dispone de toda la eternidad para vivir. Si quiere ser un triunfador, haga lo que tenga que hacer hoy aunque no sea de su total agrado. Cuando algo le resulte absolutamente imposible de realizar, simplemente desista de esa tarea; haciéndolo aliviará mucho su carga mental.