Una persona verdaderamente crece cuando se impone metas, sin importarle los comentarios, ni las burlas, ni los prejuicios de los demás. Entonces, después de discernir entre sus posibilidades reales y sus limitaciones, otra importante manera de conocerse uno mismo, de avanzar de manera orientada y permanecer sin estrés es determinar qué queremos obtener en la vida a corto, mediano y largo plazo. Ante todo, precise con exactitud dónde es que se encuentra en estos precisos momentos y luego defina dónde quiere llegar a estar y en qué lapso de tiempo quiere lograrlo. Tenga presente que todo en la vida comienza siendo pequeño y que las locomotoras arrancan despacio. El gran pensador chino de la antigüedad, Confucio (551-479 a.n.e.) dijo: “Recoja todos los días un puñado de tierra y hará una montaña”. Mientras que el novelista francés Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944) escribió: “Sólo cuando tomamos conciencia de nuestro papel, aun el más humilde, es cuando somos felices; sólo entonces podemos vivir en paz y morir, pues lo que da sentido a la vida da sentido a la muerte”.
Dedíquele tiempo a proyectar un luminoso futuro sobre la base de un consecuente plan de acción. Haga su mapa personal del éxito, téngalo siempre a la vista y chequee periódicamente su cumplimiento; suéñelo de noche y trabájelo de día. No haga como tantas personas que van por la vida sin saber a dónde se dirigen ni qué es realmente lo que las hace felices. Para Henry Ford: “Los días prósperos no vienen por casualidad, nacen de mucho esfuerzo y mucha perserverancia”. Apréndase bien la siguiente máxima: “Quien falla en planificar, planifica para fallar”. El astrónomo norteamericano Josef Allen Hynek (1910-1986) escribió: “No fue de un salto como los grandes hombres llegaron al éxito. Llegaron allá trabajando con desvelos, mientras los otros dormían”.
Ya que la vida es un proyecto, sea usted mismo quien haga el suyo aunque al comienzo no le resulte fácil. Sea el arquitecto principal de esa edificación. Si usted no aspira a nada eso será precisamente lo que obtendrá, nada. Resulta indispensable trazar el camino y recorrerlo para poder llegar a donde uno quiere. Si no toma esta sabia decisión siempre estará perdido y a la deriva. Según Séneca: “No existe viento favorable, para el marinero que no sabe a dónde ir”. Decida usted hacia dónde se dirige y comience a actuar de inmediato. Si no tiene coraje para comenzar a hacerlo, entonces ya habrá terminado. Recuerde que los que luchan viven, mientras que los que contemplan simplemente vegetan. Sólo usted es el capitán de la nave de su vida, su deber es conducirla a puerto seguro; lo importante es enfocarse bien, encaminando la proa hacia adelante, hacia la dirección correcta. Todo transcurre de forma más expedita cuando sabemos lo que queremos.
Para poder progresar debemos tener previa y correctamente elaborados nuestros objetivos en la vida; enfóquese en ellos y nunca los pierda de vista; conviértalos en el faro que ilumine su bienestar y no preste atención a la distancia que tendrá que recorrer. El científico y escritor inglés Arthur Charles Clarke (1917-2008) apuntó: “La única forma de descubrir los límites de lo posible, es yendo más allá de ellos, a lo imposible”. De modo que, tómese su tiempo y establezca, sobre la base de sus más puras ilusiones, sus metas y hágalo hoy mismo antes de irse a la cama a descansar.
Definir sus propias metas es indispensable para gozar de una buena salud mental. Sepa que su felicidad está en juego y que ella depende del esfuerzo que esté dispuesto a hacer para conquistarla; incorpore a su vida el ferviente deseo de cambiarla para bien. Haga la elección correcta de asumir, a partir de este momento, el control y la responsabilidad de su existencia. Tome en cuenta el proverbio irlandés que dice: “Tú tienes que crecer, no importa cuán alto era tu abuelo”.
Piense siempre en grande y recuerde que la mente todo lo puede. Según Gar-Mar: “Las bacterias más mortíferas son las ideas pequeñas. Son veneno para los nervios. No hay nada tan higiénico como vivir dominado por pensamientos grandes”. Luche siempre por alcanzar sus anhelos y no albergue temor alguno. Evite la frustración que produce el arrepentimiento de no haber intentado algo. Dicen que es mejor fracasar en el intento que no triunfar por temor al fracaso y que sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar. El famoso escritor ítalo-americano Felice Leonardo Buscaglia (1924-1998) señaló: “Los riesgos tienen que ser corridos, pues el mayor riego en la vida es no arriesgar nada. La persona que no arriesga nada, no hace nada, no tiene nada, no es nada y no hace cosa alguna. Puede evitar el sufrimiento y la tristeza, pero no puede aprender, sentir, modificarse, crecer, amar y vivir. Es un esclavo. Fue privado del derecho de su libertad. Solamente la persona que arriesga es verdaderamente libre”.
Dice un proverbio chino que: “Quien no tiene sueños, no tiene mucho”. Esto es, quien no sueña, nunca llega a tener en abundancia. Y para que los sueños se cumplan uno no se debe quedar dormido. Eleanor Roosevelt dijo: “El futuro es de los que creen en la belleza de sus sueños”. Mantenga siempre vivos sus anhelos de superación. No es viejo el que pierde su cabello sino el que pierde sus esperanzas. No se prive de tirarle piedras a la luna porque quizás hasta tumbe una estrella…
LAS METAS DEBEN POSEER LAS SIGUIENTES CARACTERÍSTICAS:
Beneficiosas,
Fechadas,
Equilibradas,
Escritas,
Específicas,
Medibles,
Objetivas,
Realistas,
Recordables,
Positivas,
Significativas.
BENEFICIOSAS.
Tienen que aportarle realmente dividendos positivos.
FECHADAS.
Tiene que ponerle al menos mes y año de cumplimiento; nunca deben decir simplemente: “en el futuro” o “cuando sea viejo”, porque esas “fechas” no aparecen en ningún almanaque.
EQUILIBRADAS.
Tienen que tener afinidad con su personalidad.
ESCRITAS.
Como todas las cosas importantes, las metas deben estar plasmadas en algún lugar.
ESPECÍFICAS.
Las metas no pueden ser algo vago, aproximado o abstracto, tienen que especificar concreta y tangiblemente lo que se desea obtener. Usted no puede decir simplemente “quiero tener mucho dinero”, porque esa cifra no existe; por lo tanto, tiene que poner el monto exacto al que aspira.
MEDIBLES.
Deben ser cuantificables.
OBJETIVAS.
Sea claro y preciso en la definición de las metas.
REALISTAS.
Tienen que ser realmente alcanzables.
RECORDABLES.
Tienen que ser fáciles de recordar. Debe repetirse constantemente a usted mismo el contenido de sus metas hasta memorizarlas.
POSITIVAS.
Sólo precise aquellas cosas que usted desea y no mencione las que no desea. Evite utilizar la palabra “no”.
SIGNIFICATIVAS.
Tienen que poseer una relevancia particular para usted.
Lo exhorto, estimado lector, a que siga el consejo de San Francisco de Asís (1182-1226) cuando dijo: “Comience haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estará haciendo lo imposible”. En hebreos 12:1 dice la Biblia: “Despojémonos de todo peso… y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante”.
EL ÉXITO DEPENDE DIRECTAMENTE DE:
- el optimismo,
- estar dispuesto a recorrer siempre una milla más,
- la persistencia y
- la toma de acción.