Tener una alta autoestima sirve de excelente contrapunto al estrés. Crea siempre en usted y repítase a sí mismo: “Yo sí puedo”. Piense que más grande que usted es el planeta en el que vive y no obstante cotidianamente camina sobre él. A los efectos de que se sienta bien consigo mismo tenga presente en todo momento las cosas que en particular usted sabe hacer correctamente y hasta mejor que otros; piense en lo bien que se encuentra respecto a otras personas física y materialmente y recuerde que nadie puede ser totalmente exitoso en todo a la vez.
Concéntrese primero en la solución de sus necesidades propias y luego atienda las prioridades de los demás. Esto es, no sea candil de la calle mientras tiene oscuridad en su casa. Ámese a sí mismo para poder amar al prójimo. Quiérase aunque no sea perfecto. Cada quien goza de la libertad de pensar lo que quiera. Como ya apuntamos, la opinión que alguien tenga de usted es un problema de esa persona y nunca un problema suyo. Nadie es mejor que nadie. La gran activista social y esposa del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, Anna Eleanor Roosvelt (1884-1962) sentenció: “Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”. Muchas veces quedamos mal con la sociedad, pero, con quien no podemos quedar mal nunca es con nosotros mismos. El popular escritor norteamericano Robert J. Ringer nos recuerda: “El mundo puede no tener la obligación de cuidar de usted, pero usted está obligado a cuidar de sí mismo”. Así que, apague ahora mismo el gris de su vida y encienda los colores vivos que lleva dentro.
El conocido motivador norteamericano Wayne W. Dyer ha dicho:“Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades”. De modo que, cada mañana repítase en voz alta frente el espejo que: “Usted es una criatura adorable que merece ser feliz” y luego piénselo durante el resto del día. Ponga esta información por escrito y/o grábela, téngala siempre al alcance de su vista y de sus oídos. Este simple ejercicio puede modificar para bien su estado de ánimo. A partir de este preciso instante elija sentirse bien. Recuerde las sabias palabras del gran escritor español Fray Luis de León (1527-1591): “Estar en paz consigo mismo es el medio más seguro de comenzar a estarlo con los demás”.
No permita que alguien pueda hacerlo sentir inferior, simplemente no le dé su consentimiento para ello. Un proverbio ruso dice:“Caerse está permitido, levantarse es obligatorio”. Y uno chino plantea: “Si te caes siete veces, levántate ocho”. Para poder salir adelante el mejor activo con que cuenta es con su propia persona. Dude de quien quiera dudar, pero, nunca dude de usted. Tenga muy presente que podrá elevar su autoestima en la medida que aumente su autoconfianza. Elija ser su mejor amigo y no su enemigo, porque la persona que siempre estará al lado suyo es usted mismo. Usted puede ser solamente un individuo más para el resto del mundo, pero, para alguien en particular usted puede ser el mundo mismo. No pase tiempo alguno con quien no esté dispuesto a pasarlo con usted. Vacúnese hoy contra el síndrome de la autocompasión y recuerde: nunca esté por debajo de sus posibilidades. ¡Viva lo mejor que pueda, mientras esté vivo!